La hepatitis A es una infección del hígado sumamente contagiosa causada por el virus de la hepatitis A.
El virus normalmente se propaga mediante la ingesta de comidas o bebidas contaminadas con materia fecal, incluso en cantidades muy pequeñas. No se transmite al estornudar ni al toser.
A continuación, te indicamos algunas de las maneras específicas en que puede propagarse el virus de la hepatitis A:
Los signos y síntomas de la hepatitis A, generalmente, aparecen después de haber tenido el virus durante algunas semanas. Sin embargo, no todas las personas con hepatitis A los manifiestan. Los signos y síntomas, si los presentas, pueden comprender los siguientes:
Estos síntomas pueden ser relativamente leves y desaparecer en pocas semanas. Sin embargo, a veces, la infección por hepatitis A ocasiona una enfermedad grave que dura varios meses.
Pide una consulta con tu médico si tienes signos o síntomas de hepatitis A.
Recibir una vacuna contra la hepatitis A o una inyección de inmunoglobulina (un anticuerpo) en un plazo de dos semanas desde la exposición a la hepatitis A puede protegerte de la infección. Pregunta a tu médico local sobre la aplicación de la vacuna contra la hepatitis A en los siguientes casos:
Una de las mejores maneras de protegerse contra la hepatitis A es practicar una buena higiene, como lavarse las manos con frecuencia.
La vacuna contra la hepatitis A puede evitar una infección por el virus. La vacuna suele administrarse en dos veces. A los seis meses de la primera administración, se aplica una inyección de refuerzo.
Las indicaciones para la aplicación de la vacuna contra la Hepatitis A :